Desde cincodias.com nos aportan los siguientes datos sobre la rehabilitación en España.
Lo primero, la caída brutal de la obra nueva. Cuando comenzó la crisis por el 2.008 se ejecutaban del orden de 600.000 viviendas al año y a final de 2.013 se contabilizaban en torno a 30.000 visados de vivienda nueva, 20 veces menos obra que al inicio de la crisis.
Este 2.013 suposo solo un 4% de edificación con respecto al año de mayor edificación en España que fue el 2.006.
Con estos datos se estima un stock de viviendas en más de 550.000 casas.
Por otra parte, debido a la crisis, al cierre del grifo de la financiación, precios en continuo descenso, pero a pesar de estos descensos en precios que incluso pueden acumular un 40% de caída de coste de la vivienda desde el comienzo de la crisis, hay mucha gente que todavía no pueden comprar una vivienda nueva, por lo que el recurso que les queda es la reforma o rehabilitación de la vivienda que ya tienen.
Los datos de visados de obras para reformar o rehabilitar llegan hasta el pasado mes de febrero a un total de 3.424 visados, que conforman un 5 % más que el mismo período del año anterior.
Sin duda alguna, se observa que las obras de reformas es una actividad que se mantiene más constante y sostenible que la obra nueva, ya que el sector reformas es un sector que no está tan influenciado por los datos macroeconómicos y por las condiciones de obtención de financiación, ya que los costes de reformas de una vivienda son muy inferiores a los costes de compra de una vivienda nueva.
Por otro lado, las empresas de reformas, es un tipo de negocio también muy intensivo en mano de obra por lo que puede ser una de las soluciones para la generación de empleo y el Gobierno está trabajando para elaborar un plan estratégico que remitirá a Bruselas en breve tiempo.
Los movimientos que se están haciendo, es negociar con las constructoras, las eléctricas y la banca fórmulas de financiación, en forma de créditos blandos y la participación del BEI y el ICO, capaces de generar movimientos en proyectos para renovar cientos de miles de viviendas cada año.
Desde el gobierno ya se ha descartado la construcción de vivienda nueva o la obra civil como motores económicos, ya que todavía quedan unos cuantos años para que estos dos sectores tomen de nuevo fuerza, así que el sector vinculado al ladrillo mira con esperanza al negocio de la reforma.
Se puede decir que en España solo la crisis ya ha conseguido que la rehabilitación y las ampliaciones de edificios y viviendas pesan ya más en el conjunto de la actividad residencial que las promociones nuevas, ya que en Europa es habitual que la rehabilitación sea un negocio mucho más floreciente que la obra nueva. La clave, como en todo, es la financiación.
En España y en la actualidad ha sido difícil estos últimos años lograr un crédito para cualquier actividad relacionada con el ladrillo, ya que muchos proyectos particulares y empresariales para la rehabilitación o reforma de casas y edificios completos se han ido al garate por falta de financiación. Sin embargo, en otros países europeos como el Reino Unido, las familias británicas pueden optar a mejorar el aislamiento térmico de sus viviendas cambiando las ventanas y pagar la obra mes a mes a través de un canon en el recibo de la luz.
Este tipo de estrategias son las que está negociando el Ministerio de Fomento y las empresas afectadas (fundamentalmente las empresas eléctricas y empresasa constructoras) con la banca para tratar de configurar préstamos a más largo plazo (similares a los hipotecarios) y con tipos de interés más bajos y asumibles (ya que los prestamos que se está otorgando son del tipo prestamos de consumo). Las empresas constructoras afirman que con pocos recursos públicos e incentivos fiscales se podrían crear miles de empleos. La banca, por su parte, reclama mejores garantías.
